lunes, 17 de mayo de 2010

Cerrada de Elias - Sierra de Cazorla (16.05.10)






Habiendo salido de Albacete a las 06.00 am. y despues de unas 3 horas de viaje en coche, inciamos la ruta con unas ganas tremendas de vivir un nuevo día en uno de los entornos mas bellos de la serranía de Cazorla y más con el tan buen tiempo que nos hizo.




Poco a poco fuimos introduciendonos por los caminos y sendas que nos llevaban paralelos al rio Borosa el cual iba bien cargado de agua, lo que ofrecia un recreo para la vista.



Tras cruzar varias veces el rio por pasarelas de madera y puentes, el camino nos iba acercando a la famosa "Cerrada de Elías"



La Cerrada de Elías es un estrecho cañon rocoso de pareces verticales por el que el único paso accesible es la pasarela de madera que cuelga a poca distancia del agua, lo que permite el poder cruzar al otro lado de esa masa rocosa y proseguir la ruta.



Una vez pasada "la cerrada" nuestro siguiente reto era el encontrar un buen sitio para el almuerzo, lo que sucedió poco despues y pronto, ya que el hambre estaba haciendo de las suyas.



Superado el hambre y ya con fuerzas nuevas, las que se nos renovaron con buenos bocados y largos tientos a las botas de vino, iniciamos lo mas duro de la ruta, pero tambien lo mejor en cuanto a paisaje se refiere, ya que a cada paso la vista no sabía uno donde colocarla para que no se escapara nada de lo que el camino nos ofrecía. Comenzaba una dura subida por una senda empinada y muy pedregosa con la que había que pelearse.





Como veis el paisaje es impresionante. A ver si sois capaces de encontrar a Silvia y Mercedes en esta foto?



Ya quedaba poco para visualizar lo que el final nos deparaba.





Dos impresionantes cascadas muy cargadas de agua con las que alimentan el rio Borosa y que te dejan con la boca abierta, por la altura, el agua y las rocas que las rodean.

Y pensando que ya habiamos llegado al final, vimos que el grupo de cabeza había seguido para introducirse en los tuneles que sorteaban la pared por la que descargaba la mayor de las cascadas y que llevaban a un pequeño embalse; por una empinada y pedregosa senda, lo que añadió algun kilometro mas a la ruta...pero mereció la pena.





Ya de vuelta, nos hicimos la foto de grupo en la cerrada para dejar constancia de nuestro paso por tan maravilloso lugar.



Parece que nos dieron cuerda para recorrer el camino de vuelta, y aunque ya cansados y con los pies "cantando", se nos hizo corto, ya que al hacerlo al reves vas descubriendo cosas nuevas que en la ida se escaparon.



Y para rematar la faena: unas buenas cervezas...que nos las merecimos. Lo que completó un dia con la mejor ruta de todas las que hemos hecho en estos dos años de andadura del club.